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Foto del escritorKRAKATOA

ÍCARO

Diego Francisco Calderón


La figura de Ícaro como el hombre pájaro, de Roberto Ferri (2013)

¿Qué es ser un náufrago perdido?

Esclavo y penuria del azar

y agitación del viento

Yo he escogido la libertad,

tempestad e incertidumbre

por ningún otro motivo

mas que el hinchar del corazón


Soy náufrago de mi propia mano

nómada de mares por amor

y en el bronce de mi piel

éxtasis y adrenalina por el Sol

ojo eterno, movimiento, vida y juez


¡Ah!


¡Como invocas el espíritu

del agua a volar cual soplo final!

Gigantes de vapor

Estoicos frustrados a reventar de pasión

Un llanto bíblico dispuesto a calmar

la furia solar


¡Viento!


Hijo de contrastes, navaja y caricia

¡Haz temblar el líquido suelo terrenal

como cabelleras rizadas de la tempestad!

Corona de Neptuno, sal y profundidad

mío seas eterno caos hasta agotar

la valentía candente de mi Voluntad

y como la tormenta invernal

deja como huella y aliento suyo

un dorado crisantemo primaveral

sea tu retoño esta blanca espuma

vagante en el vasto mar

Níveo, y despejado: blanco

Tan blanco como el desierto polar

ligero, alto e intrépido

como el heróico vuelo del halcón

Plumaje oceánico

Palimpsesto de valor


¡Ícaro!

¡ÍCARO!


Medalla olvidada

Laurel ensombrecido

Espectro dorado; niebla de gloria

¡Comando tu presencia!

Pues sé que has sido mal juzgado

Grito de victoria, alba del porvenir

¡Invoco el sismo de tu nombre;

el retumbar de tu voz!

Soy yo heredero de tu legado

tan mal entendido; tan mal señalado

por pulsos cristalinos

de arena quemada y fundida

vencidos derrotados en calor,

débil temple de oropel

cadáveres vivos sin color


¡Oh Ícaro! ¿Acaso me has escuchado?

¿Sientes el incremento de mi corazón?

He visto lejanas playas

de crepúsculos ya apagados

mustios ayeres subterráneos

y un destello brillante en el espacio

Cometa loca desenfrenada

diluvio de fuego diamante

y donde todos vieron imprudencia

yo me dije: «He aquí un presagio:

el regreso a la Tierra viva y sin descanso»


Son estas virtudes del humano:

cálculo, seriedad, paciencia

De todo ello estoy harto

Valores pesados y grisáceos

Cenizas y suspiros cansados

¡Mi deseo desborda cumbres

Ánimo y roja adrenalina!

Y si el humano es un Deber

honor y orgullo de soldado

Desde mi pecho ardiente

proclamo altamente rechazo


¡Ícaro!


Es por esto que yo te amo

Férrea pasión salvaje

Corazón frenético

de un latir naciente

en éxtasis y arrebato

que de ser carne y hueso

materia muerta de humano

deviniste implacable pájaro

de cuya tormenta caída

velocidad y fuerza centrífuga

se labró el más bello astro

dispuesto a incendiar el cielo

con los colores del más esperado ocaso:

el anochecer del humano.


He aquí tu merecido reconocimiento

tras siglos y siglos calumniado

¡Ícaro!

Maestro del aire y del cielo

Amo de la palabra;

creador de Nombre

El primero de nosotros:

el primer Superhombre.



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